Las algas son organismos estructuradores de ecosistemas dado que forman bosques submarinos cercanos a las costas. Estos organismos acuáticos cumplen un papel fundamental en el planeta: son grandes contribuyentes de oxígeno, más que los bosques terrestres, y mitigan el calentamiento global, pues capturan alrededor del 40% del dióxido de carbono (CO 2 ) emitido por los humanos.
Además, permiten el crecimiento y desarrollo de otros recursos hidrobiológicos (más de 150 especies) como moluscos, crustáceos, peces e incluso mamíferos como el Chungungo. Son alimento de otras especies y, además, es donde se reproducen y desovan sus huevos y larvas de peces e invertebrados.
Los principales aspectos que regula la normativa son la veda, las cuotas de extracción y los accesos (Registro Pesquero Artesanal o RPA). Y Sernapesca registra en estos últimos años un incremento en la extracción ilegal reflejado en las enormes cantidades de incautaciones efectuadas. En 2021 fueron 276 toneladas sólo en la macrozona norte, de Tarapacá a Coquimbo. La cifra en 2022 aumentó, llegando a 326 toneladas de algas incautadas.
En el registro pesquero artesanal, hay inscritos en total 6.230 recolectores de orilla, algueros o buzos apnea
con autorización para sacar las algas denominadas huiros en la macrozona norte. Existen técnicas reguladas
para extraer el recurso teniendo en cuenta el tamaño de su disco basal y así procurar su conservación. Esa
extracción debe declararse a Sernapesca en sus sistemas, para así seguir la trazabilidad.
El problema, detectado por Sernapesca, es que hay muchos agentes ilegales, es decir, no inscritos ni
autorizados que están efectuando la extracción. Además, en algunas zonas, abusan del “barreteo”, técnica
en que se extrae apoyado por un elemento metálico el alga desde sus discos de fijación, depredando las
praderas y afectado directamente al ecosistema marino, provocando también una disminución de otros
recursos hidrobiológicos que migran por no tener alimento ni refugio.
¿Qué se ha hecho para frenar esta ilegalidad?
Fernando Naranjo, Director Nacional (s) de Sernapesca, relató que crearon un Programa Especial de Fiscalización denominado “Combate a la pesca ilegal en la cadena de valor de algas pardas” impulsado por la Subdirección de Pesquerías. “Se decidió implementar un comité macrozonal de algas pardas zona norte con alcance a las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, con el propósito de contribuir a la fiscalización regional desde una perspectiva macrozonal.
Bajo esta modalidad se han definido 2 equipos de trabajo, uno enfocado al análisis (Unidad de Análisis Macrozonal) y otra dirigida a la fiscalización, donde participan los encargados de fiscalización regional y analistas regionales, conjuntamente” sostuvo.
Naranjo indicó que “los datos muestran un foco y esfuerzo de fiscalización importante del Servicio en algas pardas, considerando que representan un 50% de la actividad total realizada por la Macrozona sobre el universo de recursos fiscalizados. En términos comparativos, el año 2022 muestra al mismo periodo de análisis del año 2021 una disminución de los cometidos y agentes fiscalizados (20 a 30% aprox.) que se
justifica en una estrategia definida por el Modelo de Fiscalización Documental que orienta a la realización de
cometidos más eficientes y eficaces. Es así como, a pesar de la disminución comparativa de cometidos y agentes fiscalizados, en el año 2022 se obtuvieron un mayor número de citaciones e incautaciones”.
Las sentencias de las causas judiciales son procesos largos de tramitar en Tribunales, por lo que aún no es
posible entregar datos relevadores. No obstante, las multas y penas están asociadas a la normativa vigente que establece cuotas de extracción y vedas para los recursos huiro palo, huiro negro y huiro flotador (*) la
que varía por regiones. No obstante el servicio busca la sanción tipificada en el art. 139 ter. de la Ley General
de Pesca y Acuicultura que sanciona con presidio y multa a quien elabore, transporte, almacene o procese recursos o productos sin origen legal.
Principales desafíos
Entre los principales desafíos de trabajo para el próximo año, Sernapesca declara un énfasis en la labor de
prevención y disuasión. “En este sentido este año está en desarrollo por parte de un equipo definido de la
Macrozona, de un informe técnico en un ámbito metodológico y que permita en 2023 contar con una
Resolución que dé sustento y respaldo a la labor de control del stock de las plantas”, señaló Ortiz.
Así como también esperan implementar adecuadamente el cumplimiento de la Res.Ex. N° 106/2022 que
establece procedimientos para una adecuada fiscalización en plantas para las medidas de administración,
con criterios y límites de extracción de algas pardas en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y
Coquimbo.
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